jueves, 9 de diciembre de 2010

En defensa de la educación pública

Al cierre de esta edición, los estudiantes del colegio INEM llevan 4 días de toma de las instalaciones, y los del Instituto Técnico Laureano Gómez, junto con los padres de familia, se aprestan a impedir la entrada del rector y las directivas de esta institución educativa.
¿Qué tienen en común estos dos colegios ubicados en el sur occidente y noroccidente de la capital? Son dos de los pocos colegios de bachillerato técnico que aún sobreviven a la política estatal de acabar con esta modalidad educativa, que tuvo su auge en la década del 70, pero que ahora, de acuerdo a las políticas neoliberales, le resulta muy costosa al Estado. Por eso desde 1993 la Ley General de Educación, al reorganizar el aparato educativo, estableció que este tipo de educación debería reducirse a dos años, es decir al ciclo de la educación media. Sin embargo, estableció que los colegios que en esa fecha fuesen técnicos o diversificados podrían conservar su carácter.
 Desde entonces la arremetida gubernamental por desmantelarlos ha sido la constante de todos los gobiernos tanto nacionales como locales. El INEM de Kennedy como se le conoce popularmente fue en su apogeo uno de los colegios más grandes de Suramérica; una pequeña ciudadela que contaba con más de 400 docentes y con talleres para el aprendizaje de múltiples modalidades técnicas. Hoy su planta de personal docente se ha reducido a la mitad, y en lo que va corrido de este año han sacado a 37 docentes con el consiguiente cierre de talleres. En el Laureano Gómez el proceso ha sido similar. La anterior administración distrital cerró en el 2003 una de las 4 opciones que se ofrecían. Para sorpresa de muchos desde la Secretaría de Educación, bajo la dirección y el gobierno del Polo Democrático, la arremetida contra la educación técnica se ha incrementado de manera acelerada. Abel Rodríguez en aplicación del Plan Decenal y de la Revolución Educativa, políticas uribistas, se ha empeñado en convertir los colegios técnicos que quedan en media técnica. Para lograr este objetivo ha nombrado en la rectoría de estas instituciones a personajes caracterizados por su gestión vertical, antidemocrática y totalitaria. Los rectores, al mejor estilo uribista, han llegado a imponer, amenazar e intimidar a la comunidad educativa, pasando por encima de los organismos del gobierno escolar. Por eso en las dos instituciones el primer punto de exigencia es el cambio de rectores acompañado de la defensa de la educación técnica, el nombramiento de los docentes que hacen falta y la dotación de los talleres.
No se puede luchar de manera consecuente contra el recorte del presupuesto para educación estipulado en la nueva ley de transferencias, sin partir del apoyo a la lucha de estas dos comunidades que de hecho están enfrentando el recorte presupuestal y sus nefastas consecuencias en la baja de la calidad educativa. Natalia

Tomado de "El Socialista"

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