miércoles, 10 de noviembre de 2010

Filosofía marxista


La filosofía marxista en su concepto, se ocupa de la naturaleza misma del marxismo, excediendo el campo tradicionalmente ocupado por la filosofía. Para dar el aspecto filosófico marxista o materialista dialéctico, es la lucha en contra de lo idealista y dualista por ser considerados como arma de la burguesía para debilitar el poder del proletariado, en las cuales hay varias tesis:
  • La existencia de una materia independiente al pensamiento, considerado como materia consciente.
  • El desarrollo de la materia consciente por oposiciones o negados sucesivos.
Una extensión de ese materialismo dialéctico es el materialismo histórico, que lo pone en orden a la vida social determinado por las contradicciones en los modos y relaciones de producción, por lo que se desemboca en la lucha de clases, aplicado a la economía preconizada en el socialismo científico de Marx.

Filosofía marxista soviética

En la Unión Soviética, la filosofía marxista estuvo en el proceso de construcción de la revolución rusa y posteriormente, del estado soviético en la lucha contra los vestigios del zarismo. Pese a ello, Lenin no sólo hizo énfasis en el desarrollo revolucionario a nivel político, sino que por el lado filosófico, ya se estaba sentando las bases del materialismo en el seno del desarrollo del socialismo.
Con ello se implementaban el desarrollo de los temas más trascendentales de la edificación de la sociedad socialista partiendo desde la filosofía marxista en el marco social, económico, científico, filosófico y cultural; aunque luego el proceso quedó afectado casi desde su nacimiento por el imperio del terror de Stalin y sólo en el concepto de él se marcó las pautas de la filosofía marxista soviética.
Después de la muerte de Stalin y el relevo de sus sucesores, se procedió a establecer nuevos planteamientos en el marco de la filosofía marxista de caracteres objetivos y profundos que han ocupado un destacado papel en la herencia filosófica de Lenin, aunque condicionada por los lineamientos del Partido Comunista que los llevaría hacia el paso del socialismo al comunismo como la superación de problemas que ya procedían del régimen anterior y los progresos de la clase proletaria en todos los aspectos.
El estudio de la filosofía marxista en los años posteriores a 1960 y hasta el final del régimen soviético, se han enfatizado más que bien en las relaciones de la filosofía y el materialismo con base al estudio del libro de Marx El Capital, la lógica, la estética, la ciencia, el lenguaje y la moralidad en el marco de la sociedad comunista del cual en términos realistas no se concretaría en establecer debido a los problemas del régimen soviético en los planos interno y externo. Aun así se contribuyó a dar análisis y aplicaciones a todas las cuestiones dirigidas a mejorar el marxismo en Rusia.
Hay diversos representantes de este campo en el régimen soviético como Nikholai Ivanovich Bujarin, V.N. Sarabianov, F.V. Konstantinov, I.V. Kuznetsov, S.A. Ianoskaia entre otros para citar.

Filosofía marxista europea

La Escuela de Fráncfort, agrupada en torno a Theodor Adorno, Max Horkheimer y Jürgen Habermas relanzan algunos aspectos del marxismo según la interpretación antisoviética, pero quién los haría célebre es Herbert Marcuse, que condena mediante referencias precisas al comunismo soviético, y sienta como base las oposiciones al capitalismo y al sistema tradicional de educación estudiantil. Mediante la crítica a la sociedad y a las nuevas formas de alienación, cosa que ha estudiado Adorno y Harheimer en el campo sociológico y la de la personalidad autoritaria en el caso de Marcuse. Todo ello, sobre los cambios de la vida pública occidental desde 1945, se está de acuerdo en estudiar las transformaciones de las superestructuras típicas de la sociedad capitalista, tanto políticas como intelectuales. En el seno de la refundación de los conceptos del materialismo histórico en la comparación y situación de las tesis relativas entre la filosofía clásica y el marxismo.
La redefinición del marxismo como concepto filosófico-científico se debe a Antonio Gramsci, quién de la inspiración leninista, preconiza de hecho a la constitución de un campo interior en la historia científica marxistaalista en el Estado económico de bienestar preconizado por John Maynard Keynes y el oriente soviético estalinista, cosa que en esta última es juzgada como caricatura.
Ernst Bloch, de su impresión de diversidad y adhesión original al marxismo, en su meditada renovación en el campo de lo posible y de lo utópico, postulando un marxismo crítico contra las nuevas realidades en el campo del socialismo soviético posestalinista y el naciente neoliberalismo. Pero además, plantea una metareligión fundada como el pensamiento del sustrato de toda religión, mientras que el marxismo sólo sería el explosivo en definición con el mesianismo escatológico.

Simbología Comunista

La Simbología Comunista normalmente incorpora símbolos que representen los trabajadores industriales y/o los campesinos de un país, lo que se acostumbra llamar de proletariado.
Comumente, estos símbolos, juntamente con una estrella de cinco puntas representando tanto los cinco continentes habitados como los los cinco componentes de la sociedad comunista (los campesinos, los obreros, el ejército, los intelectuales y la juventud) aparecen en amarillo en un fondo rojo, representando la revolución. La bandera de la Unión Soviética incorporó la estrella roja fimbriada en amarillo-oro y, en el mismo color, la hoz y martillo como símbolos al frente de un plan rojo.
Las banderas del Vietnam, China, Angola, y Mozambique también incorporan símbolos semejantes bajo conotação comunista.
El símbolo de la hoz y martillo se hizo el símbolo comunista universal, presente en la mayoría de los partidos comunistas alrededor del mundo. Sin embargo, la bandera del Partido Laboral de la Corea incluye un martillo representando los trabajadores industriales, y una enxada representando los trabajadores del campo, además del pincel (usado en la caligrafia coreana) representando la intelectualidade.
Según algunos críticos, el Comunismo como sistema económico con implicações políticas, o más adecuadamente: una escuela de pensamiento no posee símbolos. No se encuentran reglas estéticas apropiadas sobre tales símbolos en los libros de Marx, Engels u otros comunistas. Las referencias son símbolos de la propaganda soviética, intrínsecamente conectada al realismo socialista, y derivados de esas concepciones a nivel mundial, aunque tales símbolos sean genéricamente llamados de comunistas o socialistas.

Bandera Roja

La bandera roja del movimiento comunista simboliza la sangre de la martirização de la clase obrera. Banderas rojas son normalmente vistas en combinaciones con otros símbolos comunistas y nombres de partidos. La bandera es usada por varias partições socialistas y comunistas.

Historia

La bandera roja ha múltiples significados en la historia, entretando, fue usada de entrada como bandera de desafío. La bandera roja ganó su significado político moderno en la Revolución Francesa de 1848. Después de la Revolución de Octubre de 1917, el gobierno soviético adaptó la bandera roja con la sobreposição de un martillo y una hoz como bandera nacional. Desde entonces, varios estados socialistas y movimientos usan la bandera roja.

Hoz y Martillo

La hoz-y-martillo.

La hoz y martillo es otro símbolo del movimiento comunista. El Martillo representa la clase obrera industrial, mientras la hoz representa los trabajadores agrícolas; juntos, la hoz y el martillo representan la unión dessses dos grupos, y por lo tanto el propio ideal comunista.

Historia

La hoz y el martillo fueron, de inicio usados durante la Revolución Rusa de 1917, pero no se hizo un símbolo oficial de las Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas hasta 1924. Desde la Revolución Rusa, el martillo y la hoz representan varios partidos comunistas y países socialistas

Estrella roja

La estrella roja
 
La estrella roja de cinco puntas, un pentagrama sin el pentágono en su interior, es un símbolo del comunismo y ampliamente del socialismo en general. ES muchas veces interpretado como representación de los dedos de las manos de los trabajador, así como los cinco continentes. Una sugerencia menos conocida, es que las cinco puntas de la estrella pretenda representar los cinco grupos sociales que liderarariam la Rusia al comunismo: la juventud, los militares para proteger y defender el socialismo, el trabajador industrial, el trabajador del campo, y la Intelligentsia. Karl Marx y Friedrich Engels usaban la estrella rubra como símbolo y era también uno de los emblemas, señales y símbolos que representaban la Unión Soviética bajo los preceptos y la gestión del Partido Comunista, juntamente con la hoz y martillo. La estrella desde entonces se hizo símbolo representando el socialismo de diversas maneras.

Heráldica Comunista

La Heráldica comunista, como vista en los emblemas oficiales de los Estados socialistas y emblemas de los países bajo dirección socialista, tiende a usar como tema principal las herramientas y productos de la producción agrícola e industrial de base, en general sobre fondo rubro. Los elementos gráficos más comunes en la heráldica socialista son:

Toponímia

En los países que tuvieron el socialismo como régimen oficial, la simbología comunista también es presente en la toponímia — la nomenclatura de logradouros (calles, avenidas, plazas, carreteras y otras direcciones) y de accidentes geográficos. ES muy común hayamos como "Revolución", "Victoria", "Rojo", en los idiomas nativos de los países, además de homenajes la Lenin y Karl Marx, bauticen esos lugares. Ríos, montañas, lagos, además de ciudades, fueron nombradas en referencia a esos conceptos y personalidades.
Algunos de los nombres comunes de logradouros y topónimos comunistas son:
  • Revolución (Revolutsiy, Revolucija, Revolución, Revoluţie)
  • Octubre (Oktyabr, Octubre)
  • Proletariado
  • Rojo (Krasna, Crvena, Rojo)
  • Grande (Bolshoy, Veliko, Gross)
  • Popular (Narodni, Volks)
  • Victoria, Triunfo (Pobed, Sieg)
  • Trabajo (Trud, Werk, Rabot, Trabajo)
  • Libertad (Sloboda, Svaboda)
  • Estrella (Zvezda, Stern)
  • Bandera (Zastava, Znamye)
  • Paz (Mir)
  • Amistad (Drugarstvo)
  • Unión (Soiuz, Sovez, Unirii)
  • Primero de Mayo
En muchos casos de países que dejaron de ser socialistas (como la mayoría del Este Europeo), los regímenes que los sucedieron intercambiaron los nombres de esos logradouros y locales, como es el caso de las ciudades de Son Petersburgo (ex-Leningrado), Chemnitz (ex-Karl Marx Stadt) y Podgorica (ex-Titogrado).

Movimiento Estudiantil en Colombia (Encapuchados o Capuchos)

Encapuchados o Capuchos son las denominaciones más conocidas, con la que se designan a los grupos de manifestantes - presumiblemente estudiantes - que expresan su descontento en las universidades públicas colombianas y colegios oficiales, casi siempre a través de las vías de hecho y la violencia, y que ocultan su identidad de pies a cabeza para evitar represalias disciplinarias, judiciales e incluso extralegales. El término "capucho" deriva de "encapuchado" y es un vocablo utilizado principalmente por la misma comunidad universitaria. La prensa nacional suele seguir recurriendo al término "encapuchado".

Descripción

Se podría decir que son la facción más radical, muchas veces de corte anarquista o socialista, de los movimientos estudiantiles colombianos y manifiestan de manera impactante y agresiva la inconformidad de los jóvenes frente a lo que ellos denominan neoliberalismo, el imperialismo, la privatización de la educación superior, los abusos de la autoridad pública, las políticas que atentan contra la educación y la salud, la parcialidad informativa de los medios masivos de comunicación, y la indiferencia de los ciudadanos colombianos. Sin embargo, la mayoría de los miembros de las comunidades universitarias no comparte los mecanismos usados por estos grupos radicales.
Al interior de las universidades, se ha venido impulsando la creación de grupos estudiantiles vinculados a actividades culturales, sociales, académicas, deportivas y políticas que pueden hacer publicaciones, llevar a cabo eventos, movilizaciones o denuncias por medios oficiales, simbólicos y pacíficos. La mayoría de estas iniciativas son patrocinadas por los mismos centros educativos, con previa presentación de proyecto por parte de los estudiantes. Estas colectividades cuentan con reglamento y estructura definda, además del reconocimiento institucional para la gestión de préstamo de equipos, dotación de papeleríar y refrigerios, soporte económico y reserva de aulas, plazas, salas de reuniones y auditorios.
A pesar de todo, los alumnos han alegado que a sus actividades no se les da el despliegue debido por parte de los medios de comunicación, que según ellos sólo voltean a mirar cuando ocurren actos violentos. De igual modo, algunos estudiantes han denunciado intimidación por parte de grupos encapuchados que los acusan de tiras (agentes encubiertos de inteligencia) o de insensibles frente a la problemática estudiantil. También se han proferido amenazas de muerte a líderes estudiantiles por parte de organizaciones criminales como las Águilas Negras y otras bandas emergentes del paramilitarismo que los acuzan de organizadores de marchas y "tropeles" o de hacer parte de las filas del ELN, las FARC o el Polo. Incidiendo desfavorablemente en la acción y participación de iniciativas estudiantiles que motiven el protagonismo juvenil como agente de transformación social, en el libre ejercicio académico y de opinión y en la estigmatización al estudiante de universidad pública como “revoltoso”, “izquierdoso”, “guerrillero” o “asambleísta”.
Si bien los grupos agitadores son pocos con respecto a la totalidad de estudiantes dentro de una institución, tienen la capacidad de paralizar las universidades y alterar el orden público cuando en sus peleas se suman curiosos y espontáneos que por lo general son estudiantes de primer semestre, también conocidos como "Primíparos". En consecuencia a los hechos violentos registrados en los últimos años, el Presidente de la República Álvaro Uribe dio autorización, desde el pasado 29 de mayo de 2008, a la fuerza pública de entrar a los centros universitarios; luego de que un grupo de 24 estudiantes de la Universidad Pedagógica fueran detenidosy acusados de rociar ácido a miembros del ESMAD.

Generalidades y Modus Operandi

Los capuchos se cubren el rostro y el cuerpo con prendas, guantes y bolsas de plástico de tal manera que sea difícil reconocer su identidad, cubren sus rostros para no ser reconocidos. Utilizan piedras,rockets caseros, tubos de PVC cargados con pólvora, armas de fuego, bombas molotov y las reconocidas "papas bombas" que estrellan contra el suelo para que produzcan el mayor estruendo posible (aunque también son usados como arma en contra de la policía) y captar la atención de los estudiantes que paulatinamente se reúnen en la plaza central (o Plaza "Ché") de la Universidad Nacional de Colombia o La Universidad Industrial de Santander, la plaza "Barrientos" de Universidad de Antioquia, la “Aeropuerto” de la Universidad Pedagógica Nacional de Colombia, la Plaza "Manuel Infante" de la Universidad Distrital o la Camilo Torres Restrepo de la UPTC, entre otras universidades públicas colombianas, para después hacer formaciones, desfiles, arengas y/o discursos los cuales casi siempre terminan en disturbios y lucha campal contra la Policía.
Los capuchos justifican la toma de universidades, la resistencia contra la policía en especial su Escuadrón Móvil Antidisturbios ESMAD, el bloqueo de vías, la pintada de paredes con aerosol y el incendio a vehículos; como una acción de protesta.
Cabe resaltar que son varios los grupos de Capuchos dentro de las universidades públicas, cada uno con ideologías diferentes del izquierdismo o socialismo (ej. comunismo, maoísmo, bolivarianismo, etc.). Mucho de su discurso se deriva de los discursos de Karl Marx, Friedrich Engels, Michel Foucault, Noam Chomsky, Camilo Torres Restrepo ELN, Ernesto Guevara, Mao Zedong, Lenin, Fidel Castro, Jacobo Arenas FARC entre otros.

Críticas

  • Sus métodos de protesta son violentos, como la activación de petardos o el lanzamiento de proyectiles. Y estas críticas no solo provienen de la opinión pública afuera de la comunidad universitaria dentro de la universidad hay todo tipo de reservas frente al proceder de los movimientos de los encapuchados, quienes ya no causan ninguna sorpresa ni exaltación. las maneras en las que se producen las "pedreas" son sintomáticas de esta situación, el escuadrón antimotines sabe perfectamente donde y que naturaleza tendrán las manifestaciones y/o los enfrentamientos muchas horas antes de que se produzcan.
  • En muchas ocasiones los encapuchados son personas ajenas a la actividad académica e infiltrados de la guerrilla.
  • La mayoría de estos movimientos son de tipo clandestino y la gran mayoría de la población estudiantil no los comforman, ni de la manera en la que proceden. De esta manera no hay un contacto directo con el estudiantado, sus acciones a pesar de estar motivadas (según ellos) por el interés de preservar la universidad, no representan necesariamente las formas en las que los estudiantes quieren construir su universidad. Por ello, algunos afirman que su actuar resulta tan antidemocrático y autoritario como los directivos a los que se oponen.
  • El 31 de agosto de 2000 el agente del ESMAD, Mauricio Soto Londoño, fue asesinado en terrenos de la Universidad Nacional de Colombia por un encapuchado que le lanzó una "papa bomba" que detonó en la nuca del uniformado, matándolo instantáneamente.
  • El 30 de abril de 2008 en la Universidad Surcolombiana de Neiva cuatro agentes del ESMAD fueron quemados por varios encapuchados quienes les rociaron gasolina y posteriormente les prendieron fuego. Los agentes resultaron con quemaduras de segundo y tercer grado en rostro y manos.
  • El 28 de mayo de 2008 cuatro policías del ESMAD sufrieron quemaduras con ácido cuando estudiantes encapuchados de la Universidad Pedagógica de Bogotá les lanzaron dicho material, causándoles quemaduras. A dichos estudiantes se les encontró "papas bomba", botellas con ácido y cocteles molotov encaletados.
  • El 26 de noviembre de 2008 estudiantes encapuchados de la Universidad Industrial de Santander destruyeron varias oficinas del campus universitario, violentaron varias puertas de Bienestar Universitario y violentaron varias puertas del edificio de ciencias humanas. Además de escribir consignas de movimientos considerados como terroristas por el gobierno de Colombia, obligando a la suspensión académica durante tres días.

Infiltración de Grupos Guerrilleros

Actualmente se ha generado un escándalo por la aparición de varios videos publicados por la senadora Gina Parody donde se muestra a estudiantes encapuchados alentando a los estudiantes de primer semestre a unirse a movimientos revolucionaros como las FARC en la Universidad Distrital de Bogotá ante la presencia del rector, o en la Universidad de Antioquia donde encapuchados causan varios destrozos y realizan una parada militar donde se entona el himno de las FARC ante la mirada de los demás estudiantes.

Revolución de 1968

Manifestación en Helsinki (Finlandia) contra la intervención soviética 
en Checoslovaquia. Varios carteles dicen: Viva Dubcek.



Revolución de 1968, o simplemente el 68, es un término de gran éxito mediático, pero de difícil precisión historiográfica, incluso de debatida calificación como revolución. A veces se habla de ella como de un ciclo revolucionario (como el de la revolución de 1848 o la revolución de 1989), por la coincidencia temporal en el año 1968 del Mayo francés -que se suele considerar el epicentro del movimiento- con hechos y procesos similares. Movimientos ligados a la revolución de 1968 pueden localizarse, entre otros países en Estados Unidos (protestas contra la Guerra de Vietnam, especialmente las que tuvieron lugar durante la Convención Nacional Demócrata de 1968, el Movimiento por los derechos civiles -de más amplio recorrido, pero que significativamente sufrió ese mismo año el asesinato de dos líderes significativos: Martin Luther King y Robert Kennedy-, el Festival de Woodstock-1969- y otros hechos y procesos relacionados), Checoslovaquia (Primavera de Praga, con su propuesta de socialismo de rostro humano quizá el desencadenante o precipitante del movimiento parisino, mientras que su represión por los soviéticos significó una honda decepción en gran parte de la opinión progresista occidental), México (matanza de la plaza de Tlatelolco, coincidente con la celebración de los Juegos Olímpicos de México 1968) y España (algunos movimientos universitarios de oposición al franquismo, de mucha menor entidad). Otros países europeos sufrieron notables sacudidas un poco más tarde (el otoño caliente de 1969 en Italia, o las movilizaciones laborales de 1972-1973 en Gran Bretaña). La similitud de la Revolución Cultural china es menos evidente (estuvo dirigida desde el poder por el propio Mao, que dirigió una gigantesca movilización juvenil -Libro Rojo- contra sus enemigos dentro del aparato del Partido Comunista Chino) aunque sí se percibía como tal entre los grupos occidentales que pretendían inspirarse en ella.

El 68 como movimiento social, cultural y político

Tales movimientos del 68 compartieron de un modo muy impreciso la misma dimensión cultural o política, con gran presencia estudiantil, de naturaleza asamblearia (más o menos manipulada o espontánea), pero siempre desbordando los cauces de participación ciudadana convencional, sindicales o políticos. Era muy habitual que se materializaran en ocupaciones de facultades y fábricas, o en protestas callejeras que, independientemente de su carácter inicial (sentadas, manifestaciones), solían derivar en alteraciones más graves, con destrozos, levantamiento de barricadas y enfrentamientos con la policía. Sus reivindicaciones eran habitualmente poco evidentes: aunque se iniciaban por problemas concretos, se terminaban haciendo genéricas, demandando la solidaridad y conexión con otros grupos, transformaciones altruistas y universales o vagas propuestas de autogestión. Su protagonismo estaba muy disperso entre grupos atomizados de confusa identificación: distintos movimientos sociales (pacifistas, feministas, homosexuales, primitivos ecologistas, etc.), distintos movimientos culturales (beatnik, hippie, happening, psicodelia, etc.) y distintos movimientos políticos caracterizados por su distanciamiento tanto de los Estados Unidos como de la Unión Soviética (anarquistas, extrema izquierda -trotskistas, maoístas, situacionistas-, etc), rasgo del que incluso participó la aparición del denominado eurocomunismo entre los partidos comunistas de Europa Occidental.

El 68 como cambio social y generacional

Otro rasgo común es la ausencia de éxito inmediato de las insurrecciones, una de las razones para calificarlas propiamente de revueltas y no revoluciones. No obstante, su impacto, medido generacionalmente (lo que suele denominarse el espíritu del 68 o sesentayochismo) suele considerarse mucho más importante que su fracaso relativo. El 68 representó la irrupción de una juventud posterior a la Segunda Guerra Mundial (la denominada demográficamente como el baby boom) que, a pesar de (o precisamente a causa de) estar recibiendo un nivel de formación educativa muy superior a la de sus padres (quienes se la estaban proporcionando confiados en su capacidad de generar ascenso social), parecía no compartir los valores de estos, ni encontrar sitio en una sociedad que percibían como encorsetada, llena de convencionalismos arcaicos y necesitada de cambios. Se ha llegado a decir que "por primera vez una clase de edad (adolescente y juvenil) tomó el relevo de las clases sociales". Los términos burgués, capitalista, empresario, patrón o incluso viejo, se aplicaban como insulto (no pocas veces junto al epíteto cerdo). El encuadramiento de estos jóvenes se producía habitualmente fuera de las instituciones tradicionales de participación política y social, de forma poco coordinada en una pléyade de organizaciones de los denominados movimiento estudiantil, movimientos juveniles o contracultura.
Se ha interpretado la revolución de 1968, particularmente en los países occidentales, como resultado del prolongado periodo de bienestar económico, que generó un nuevo tipo de demanda social, ligado a nuevos patrones de ocio, de trabajo, de consumo y de socialización en la juventud, hasta entonces inverosímiles. En general, se acusa al 68 de la crisis de los valores tradicionales propia de la sociedad contemporánea, que tras el paso de la sociedad preindustrial a la sociedad industrial o sociedad de consumo de masas, se encaminaba hacia la sociedad postindustrial.
La posterior crisis del petróleo de 1973, con el problema del desempleo, generaría otro tipo de inquietudes, de signo opuesto, en la juventud de los años 80 y 90; cuyo estereotipo consistió en ser más materialista (en el sentido vulgar) y egoísta, desencantada y desmovilizada (pasotismo), que despreciaba la revolución para buscar soluciones individuales o el éxito personal (en el caso de los negocios, los denominados yuppies).

Los medios de comunicación y el cine del 68

El papel de los medios de comunicación fue muy destacado: por primera vez en la historia existía la posibilidad de llegar a un gran público con imágenes de televisión; y, como ocurrió con la propia guerra de Vietnam, el medio demostró no ser tan dócil al poder como habían pronosticado las distopías (1984 de George Orwell). El impacto (sobre una audiencia todavía muy virgen) de imágenes de manifestaciones, barricadas, cargas policiales o hechos de mayor violencia proporcionaban insospechadas capacidades de protagonismo a quien demostrara tener suficiente habilidad, fortuna o falta de escrúpulos para ello. La propaganda por el hecho y la acción directa que habían imaginado los anarquistas de finales del siglo XIX encontraban una enorme caja de resonancia. El mismo general De Gaulle, tras una penosa intervención televisiva que evidenció su envejecimiento físico, tuvo que renunciar a la imagen, para volver a los discursos radiofónicos que tan buenos resultados le dieron durante la Resistencia al nazismo, y que volvieron a demostrarse eficaces en esta ocasión.
En la época de la nouvelle vague (nueva ola -grupo de cineastas franceses surgido en los años 50-) y del cinema verité (cine de la realidad), las manifestaciones y ocupaciones de fábricas y facultades fueron filmados por documentalistas muy próximos a los mismos protagonistas (grupo Medvedkine), incluyendo extensas entrevistas y debates en grupo. Lo adecuado de lo audiovisual como medio de expresión de los movimientos de la época hizo que, tanto entre las distribuidas minoritariamente (pases en versión original, salas de arte y ensayo o locales improvisados) como incluso entre las películas convencionales, haya una abundante muestra de cine del 68 en el que, por unas u otras razones, los jóvenes del 68 se identificaban, convirtiéndose en referente de la época.
En cuanto a los medios de comunicación escritos, el ambiente del 68 generó publicaciones alternativas que utilizaban canales de distribución no comerciales como los fanzines. Por otro lado, los dazibaos (murales inspirados en el ejemplo chino) o las pintadas callejeras se convirtieron en vehículos de expresión individual y grupal.

Los intelectuales y el 68

El prestigio de los intelectuales más o menos cercanos al marxismo, al existencialismo o al estructuralismo, no necesariamente próximos entre sí, era muy alto en las universidades -verdaderos centros del movimiento-, desde Berkeley en California hasta la propia Sorbona en París, la London School of Economics en Inglaterra y la Universidad Libre de Berlín: Noam Chomsky (cercano al anarquismo y al trotskismo); Louis Althusser, Jean Paul Sartre[14] y su compañera Simone de Beauvoir (cercanos al Partido Comunista Francés, del que en algún caso se acabaron distanciando), György Lukács y Lucien Goldmann (corriente denominada humanismo marxista), la escuela de Frankfurt (Marcuse, Adorno, Horkheimer, Habermas) los historiadores marxistas británicos (E. P. Thompson, Eric J. Hobsbawm) o la Escuela de Annales en Francia (Braudel); a los que hay que sumar el renovado interés por un filósofo de pasado polémico (cercano al nazismo) como era Martin Heidegger, o por una excéntrica tríada de rumanos exiliados de muy divergente trayectoria, pero amigos entre sí: Cioran, Mircea Eliade y Eugène Ionesco (uno de los cultivadores del teatro del absurdo, muy apropiado para epater le bourgoise -escandalizar al burgués-). Podrían añadirse muchas otras figuras o corrientes, como las ligadas al psicoanálisis (Jacques Lacan, Erich Fromm). La producción intelectual de muchos otros sería más bien resultado o expresión de la propia revolución del 68, en lo que se ha venido en llamar la postmodernidad, como la de Jacques Derrida (deconstrucción) o gran parte de la obra de Michel Foucault. La relación de estos intelectuales y otros de otras corrientes con el movimiento estudiantil no fue de maestros a discípulos. De hecho, es la época de la antipsiquiatría y la renovación educativa (Summerhill, Benjamin Spock, Paulo Freire, el Libro rojo del cole ) popularizadas en películas como One Flew Over the Cuckoo's Nest (Alguien voló sobre el nido del cuco, Miloš Forman, 1975 -adaptación de la novela de 1962 de Ken Kesey, una de las figuras visibles de la psicodelia y la contracultura-) o To Sir, with Love (Al maestro con cariño, James Clavell, 1967, readaptación de Blackboard Jungle -Semilla de maldad, 1955-) protagonizada por un profesor que conecta con un grupo de alumnos indisciplinados de un barrio marginal. No se admitía la autoridad, el aprendizaje memorístico estaba desprestigiado, el alumno debía construir su propio aprendizaje (constructivismo) y los profesores debían aprender más de sus alumnos que éstos de aquéllos. Era muy comentado que en la Revolución Cultural china, los profesores acusados de desviacionismo o aburguesamiento eran reeducados y se les castigaba a manos de sus alumnos, humillándoles, golpeándoles u obligándoles a llevar orejas de burro (posteriormente, en una versión más radical, como fue la de los jemeres rojos de Pol Pot -1975-1979-, fueron uno de los objetos principales del genocidio camboyano).
No hubiera sido adecuado a la naturaleza de los movimientos de 1968 que los padres ocuparan funciones rectoras: fueron líderes (aunque ellos mismos negaban cualquier condición dirigente) los jóvenes más carismáticos surgidos del propio movimiento estudiantil, como Daniel Cohn-Bendit (Dani, el rojo) o Rudi Dutschke. El propio Sartre reconocía ese protagonismo juvenil:
Hay algo que ha surgido de ustedes que asombra, que trastorna, que reniega de todo lo que ha hecho de nuestra sociedad lo que ella es. Se trata de lo que yo llamaría la expansión del campo de lo posible. No renuncien a eso.
Esa espontaneidad juvenil, y esas expectativas utópicas, en un clima vitalista que puede calificarse de bonheure revolutionnaire (felicidad revolucionaria), está presente en los archiconocidos lemas del 68, algunos aparecidos en pintadas:
La imaginación al poder. Prohibido prohibir.
Seamos realistas, pidamos lo imposible.
Queremos el mundo, y lo queremos ahora.
No te fíes de alguien que tenga más de treinta años.
Si no formas parte de la solución, formas parte del problema.
Las repercusiones intelectuales de la revolución del 68 no han dejado de suscitar controversias. Desde el punto de vista conservador[27] se la suele considerar la responsable de la anomia, el relajamiento de costumbres (especialmente en el terreno sexual -revolución sexual-: divorcio, aborto, relaciones prematrimoniales, anticonceptivos -la píldora se comercializa desde 1960-, liberación de la mujer, modas indecorosas -minifalda de Mary Qant en 1965-, música inapropiada -en algunos casos satánica- ), pérdida del respeto patriarcal y a la autoridad (por ejemplo, el tuteo generalizado), utilización de drogas, desprecio de la ética del trabajo. Incluso el Papa Benedicto XVI ha calificado a la mítica revolución de 1968 como el segundo iluminismo (comparándola con la descristianizadora Ilustración del siglo XVIII). De hecho, la propia Iglesia Católica estaba inmersa en esa época en un proceso de aggiornamento (traducible por puesta al día) suscitado por el Concilio Vaticano II y el pontificado progresista de Pablo VI, y del que eran muestra los cambios litúrgicos (misa en lengua vernácula, música pop en los templos) y movimientos como los curas obreros o la teología de la liberación. En 1968 Hans Küng redacta una Declaración por la libertad de la teología que fue firmada por más de mil teólogos del mundo entero.

El 68 y la lucha armada

La simpatía por los movimientos de liberación nacional y el movimiento tercermundista llegaba al punto de la fascinación por la figura del Che Guevara (fusilado en Bolivia en 1967), cuya imagen se imitaba (boina, pelo y barba) además de convertirse en un icono presente en todos los ámbitos imaginables (pósters, camisetas) que lo convirtieron en un verdadero santo laico. Parecida utilización tuvo la también controvertida figura de Malcolm X, víctima de un atentado de sus antiguos compañeros de la Nación del Islam en 1965 y cuyo activismo fue continuado por diversos grupos (como los Panteras Negras) cuya grado de relación con la violencia, su criminalización o incluso su manipulación por parte de las autoridades ha sido muy discutida. Gran repercusión tuvo el escándalo consiguiente al saludo del Black Power en los Juegos Olímpicos de 1968. Los siguientes Juegos Olímpicos de Múnich 1972 presenciaron el secuestro y asesinato de once deportistas israelíes por parte de un comando de terroristas palestinos (Septiembre Negro).
La existencia de activistas radicalizados procedentes de las movilizaciones del 68, coordinados en grupos que deseaban una implicación mayor en lo que se denominaba lucha armada, llevó a la constitución de verdaderos movimientos terroristas con diversos fines, muchas veces amalgamados: anticapitalistas (Fracción del Ejército Rojo en Alemania -formado en 1970 por Andreas Baader y Ulrike Meinhof, procedentes del movimiento estudiantil del 68-, Brigadas Rojas en Italia -1969, Mario Moretti-), nacionalistas (reactivación del IRA en la Irlanda del Norte británica, fundación de la ETA en el País Vasco español), o de difícil clasificación (el grupo norteamericano que saltó a la fama por el secuestro de Patricia Hearst); pero todos ellos intentando aplicar doctrinas insurreccionales experimentadas en las guerras anticoloniales (sobre todo la Independencia de Argelia y la guerra de Vietnam) o en la revolución cubana: concepto de guerrilla urbana, principio de acción-reacción y la imagen del revolucionario como pez en el agua. También se popularizaron otras expresiones similares originadas en citas del libro rojo de Mao, como la consideración del imperialismo y el capitalismo como tigres de papel, cuya fortaleza era solo aparente. El mismo sentido tenía una frase muy citada de Che Guevara (de 1967), en la que reclamaba el surgimiento de muchos Vietnam.
Se suele señalar la inspiración que el sesentayochismo proporcionó al surgimiento de movimientos armados latinoamericanos (Montoneros en Argentina, Sendero Luminoso en Perú) o a la continuidad de los preexistentes (Tupamaros en Uruguay, una de cuyas acciones fue reflejada por Costa-Gavras en la película État de Siège -Estado de sitio, 1972-). Más extraña y desconectada de los movimientos locales, pero también partícipe del mismo ambiente generacional, fue la trayectoria personal del enigmático terrorista internacional de origen venezolano Ilich Ramírez Sánchez (Carlos o el Chacal).

Movimiento estudiantil


Movimiento estudiantil o Revolución estudiantil son los nombres con los que se denomina al activismo político expresado en una amplia variedad de demandas, pliegos petitorios, manifiestos públicos, actos de apoyo o de repudio, manifestaciones y que alcanzan el carácter de conflictos sociales de disímbola raíz ideológica y variada magnitud, protagonizados por estudiantes.
La diferencia entre "movimiento" y "revolución" estudiantiles únicamente es de grado en la trascendencia y efectos de estos, sin embargo, en general, el nombre utilizado casi con unanimidad es el de movimiento estudiantil para todos los casos.

Causas de los movimientos estudiantiles

Los primeros movimientos estudiantiles documentados con este carácter predominante, ocurren en Europa y en general se pueden dividir, por su causa en dos, aquellos que se inspiran en la mejoría de las condiciones del estudiantado en general y que se legitiman en que los estudiantes son la futura generación intelectual de la sociedad en que se incuban y aquellos que son una respuesta a las condiciones de injusticia social que prevalecen al momento del movimiento, justificándose como un acto de justicia idealista.
Lewis S. Feuer, en su obra "El cuestionamiento estudiantil del establishment, en los países capitalistas y socialistas" dice: "Los movimientos estudiantiles europeos constituyen así un espectro de difracción de los factores constitutivos de la estabilidad de sus respectivas sociedades"
Desde la perspectiva del "establishment" siguiendo la terminología de Feuer, los movimientos estudiantiles son siempre atípicos e inesperados, cada uno surge y evoluciona de manera única, haciendo difícil si no imposible, encontrar una forma efectiva e inteligente para concluírlos, justificándose de la justicia idealista.
En conclusión el Movimiento Estudiantil es una fuerza joven, de espíritu libertario que lucha por las reivindicaciones sociales en busca de hacer cumplir la Justicia y la Equidad de los pueblos. No defiende ideologías imperialistas, ni a regímenes totalitarios, solo busca la mejora social y política de una Nación.

Consecuencias de los movimientos estudiantiles

Las reacciones frente a los movimientos estudiantiles varían desde la aceptación plena de las peticiones estudiantiles, que incluso han obligado a las autoridades a crear ministerios y secretarías o se ha reformado el sistema de participación del estado en la industria o la economia , conforme a las propuestas de los estudiantes y por desgracia también existen reacciones violentas contra la ley estudiantil, llegando a ser masacrados en manifestaciones públicas de carácter pacífico .
Además los movimientos estudiantiles, con éxito o sin él, influyen en la opinión pública con efectos impredecibles a mediano y largo plazo dentro de la sociedad que los vive.